miércoles, 25 de agosto de 2010

Kihon

Una de los aspectos que diferencian las artes marciales “tradicionales” de las “modernas” es el uso de las formas o bases en su aprendizaje, cada ejercicio tiene una intención o una aplicación. Por ejemplo, para los que practican Aikido en nuestro dojo, cuando hacemos el ejercicio de remo en la práctica, el movimiento es la base para la entrada de ikkyo. Cuando hacemos el movimiento de cadera, es una parte de nikkyo, sólo como ejemplo de algunos ejercicios de base que nos ayudan a ejecutar mejor las técnicas.

Las artes marciales modernas han ganado bastante popularidad por su efectividad o aplicabilidad, y en verdad son muy efectivas, las combinaciones son rápidas y explosivas, los lanzamientos, inmovilizaciones y sumisiones dan resultados muy rápidos. La vez pasada veía el reality de The Ultimate Fighter y veía que los finalistas no tenían más de tres años practicando (algunos tenían meses y eran muy buenos peleadores). Entonces, me puse a pensar... la receta sirve. De manera personal, las artes marciales modernas me gustan bastante, me gusta verlas y hasta he practicado algunas y puedo asegurar que son muy efectivas, el entrenamiento es muy riguroso y tienen que ser verdaderos atletas para dominarlas, son muy competitivas y, para muchos muchachos, es una oportunidad de subir a un ring y hacerse famosos.

En cambio, las artes marciales tradicionales tienen otra filosofía o forma de ver la vida que hace que sean especiales, no solamente nos enseñan a luchar, la lucha es un medio por el cual se llega a algo más trascendente. Son un camino de vida que cada uno descubre con el tiempo y la práctica.

Sin embargo, para llegar a ese punto se tiene que partir de algo, de una buena base, la idea de las artes marciales es que los movimientos se vuelvan naturales, es decir, llegar al estado de no pensar en lo que se tiene que hacer. Si empezamos a realzar las técnicas más complicadas sin un acondicionamiento del cuerpo no vamos a lograr desarrollar este tipo de "reflejo".

El Kihon es esto, la base de las técnicas, las cuatro primeras técnicas (ikkyo, nikkyo, sankyo, yonkyo), las caídas y algunas técnicas básicas de lanzamiento como shiho nage, kote gaeshi e irimi. Todo practicante debe de buscar dominar estas técnicas y, como dice nuestro Soke Michio Kanai: no practique una, sino mil veces, pues nunca es suficiente.

Las técnicas básicas están diseñadas para explicar los principios de cualquier otra técnica: posiciones de las manos, desplazamientos, control de ciertas partes del cuerpo, la caída, entre otras cosas. Todo practicante debe dedicarle mucho tiempo a revisar los detalles de la ejecución de estas técnicas.

La mejor forma de practicar el kihon es realizar la técnica lento al principio, poniéndose de acuerdo con el compañero, es decir de manera colaborativa, teniendo especial cuidado en realizar el movimiento de manera correcta. Poco a poco, cuando se vaya ganando destreza, se va aumentando la fuerza y la velocidad, hasta llegar a ejecutar la técnica en un nivel de aplicación práctica.

A menudo veo alumnos que tienden a descartar las técnicas básicas por querer hacer las más avanzadas que demuestran que han subido de grado. No hay nada más errado, porque para aprender las técnicas avanzadas siempre se tienen que revisar las técnicas básicas. Cuando uno empieza a practicar empieza por hacer la primera técnica que aprendió, cuando uno regresa después de un tiempo es por esta técnica donde debe de empezar.

Debemos buscar ser expertos en lo básico para poder ser relativamente buenos en las más avanzadas, escojamos nuestra técnica favorita y busquemos la perfección en ella, es la única manera de desarrollarse técnica y espiritualmente. ¿Cuándo es que una técnica está bien hecha? cuando uno no la puede sentir, cuando fluye sin esfuerzo y muy probablemente ahí nos vamos a dar cuenta que todavía nos falta mucho por practicarla...

Hasta la próxima nota

viernes, 20 de agosto de 2010

Atemi (II)

Recibi un agadable comentario del post anterior, un sempai lo leyó y me hizo ver su opinión sobre el contenido, no cubrió sus expectativas. Es normal, el objetivo del primer artículo era ayudar a los principiantes con los detalles más básicos de lo que entiendo por una serie de golpes utilizados durante la práctica que se pueden denominar "atemi". Los invito a leer el artículo "The Use of Striking in Aikido" de George S. Ledyard en http://www.aikieast.com/atemi.htm, donde el expositor nos da una buena interpretación de lo que se considera el atemi en aikido.

El atemi puede ser tan amplio que hasta envuelve el uso de puntos de presión que pueden ser fácilmente utilizados para distraer u ocasionar dolor o desequilibrio sin mucho esfuerzo.
Podria citar muchos artículos sobre atemi, pero es más facil para ustedes googlear e investigar, así que no los voy a aburrir con listas de links y quitarles la diversión de la exploración.

Hoy estuve recordando algunos atemis con los pies (geri) que me enseñaron hace algunos años y veía cómo podía aplicarlas sin romper la armonía y la continuidad de la técnica. Les confieso que me es difícil expresar en palabras todo lo que sucede durante la ejecución de la técnica, pues es más fácil hacer que describir, pero lo intentaré.

Al momento de recibir un ataque, de cualquier tipo lo primero que hay que buscar es estar estable, es decir, mantener el centro de gravedad bajo, de ser posible con ambos pies en el suelo y "sentir" en que dirección viene el ataque, en ese momento es cuando se debe de reaccionar y es donde tenemos varias opciones:

1. Se puede reaccionar con un atemi que detenga el  ataque (y que en algunos casos puede terminar el ataque), usualmente esto es utilizado si se tiene destreza golpeando, pues es muy probable que el atacante se vaya a defender y contraatacar, y es casi seguro que alguno de los golpes con los que responda me vayan a caer. Entonces, esta estrategia está supeditada a que uno tenga conciencia de que va a poder recibir un golpe y estar dispuesto a soportarlo. Cabe notar que el terminar un enfrentamiento con un solo golpe es extremadamente difícil.

2. Realizar técnicas en omote, es decir, adelantarse al golpe o ataque y responder de forma "lineal" por decirlo de alguna manera, la entrada en si puede ser acompañada de un atemi, usualmente un codo puño al momento de entrar y deben de ser dirigidos hacia puntos que desequilibren: plexo solar, garganta, mentón, nariz, entre otros. Para hacer técnicas en omote se requiere gran velocidad y muchas veces el tener un tamaño similar al del atacante, sino su inercia al entrar puede llevarnos de encuentro (lo que no quiere decir que no se pueda realizar, pero el timing para la entrada es muy importante). Las técnicas en omote se caracterizan por la velocidad y explosividad que requieren al momento de ejecutalas.

3. Por último, realizar las técnicas en ura, es decir, desviando el ataque, es donde existe una mayor probabilidad de no resultar dañado, se desvía el ataque y se controla al uke. Aquí se pueden aplicar los atemis de diversas maneras durante la ejecución de manera que no se rompa la armonía de la técnica y que ayude al desequilibrio y el control. De manera personal prefiero el golpe con el codo a corta distancia, principalmente orientado al mentón o la sien, el golpe con el puño hacia los mismos puntos si se está lejos, un golpe al plexo solar o a la cara interna del codo o el bicep del brazo que está atacando para desestabilizarlo. Usualmente este tipo de golpe se ejecuta junto con el tai-sabaki, de manera que no exista pausa dentro de la técnica. Asimismo, al momento que se cambia de dirección en una técnica es posible aplicar un atemi intermedio que evite que el uke recobre la estabilidad o que aumente el desequilibrio, algunos de estos golpes pueden ser: golpes de pie o rodilla a las rodillas, muslos o cadera, golpes a la parte posterior de la cabeza o golpes al estómago con las manos, pies o rodillas. El punto es que el golpe no es "decorativo" si se va a utilizar energía en lanzarlo es porque debe de tener un propósito, debe ser parte de la técnica.

Para poder golpear debemos entrenar, porque si no el golpe puede terminar dañándonos, parece más fácil de lo que es, pero solamente con la práctica constante se obtiene la destreza.

Espero haber podido expresar en algo mi entendimiento de los atemis y que a algún practicante le pueda ayudar en algo.

Hasta la próxima nota...

miércoles, 7 de abril de 2010

Conocer a Sensei Kuroiwa

Imaginemos la situación... 18 años de edad, un poco más de 4 años practicando Aikido, viendo solamente una vez al Sensei de nuestros Senseis, y nos dicen que ya estamos listos para aspirar a nuestro primer cinturón negro. Que llega Sensei Michio Kanai para el exámen, pero que, además, se ha hecho un gran esfuerzo y viene con su Sensei, Yoshio Kuroiwa, que es quien nos va a tomar el examen...

En enero de este año nos enteramos que Sensei Kuroiwa había fallecido e intentamos recordar lo significativo que fue para nuestro grupo su visita y como tratamos de honrar desde nuestro estilo su legado, ya que si bien el Aikido Keitenryu tiene el toque de nuestro fundador Sensei Michio Kanai nadie puede negar que Sensei Kuroiwa colocó las bases de nuestra escuela.

La primera imagen que se me viene a la mente es la de Sensei Kuroiwa con un bastón, para nosotros que utilizabamos un jo, que es bastante más largo, nos pareció una novedad; pero la verdadera novedad vino cuando durante los dos días de seminario Sensei Kuroiwa nos mostró las bases de la técnica utilizando los movimientos del bastón, todas las técnicas básicas tenían una explicación con movimientos de esa pequeña vara de madera y mas aún, todos los movimientos eran similares a los golpes de boxeo. Por ejemplo, la entrada de Ikkyo era un "uppercut".

Asimismo nos explicó como algunas de las técnicas se asemejan a las técnicas con bokken, lo que empezaba a darle más sentido a lo que veniamos haciendo durante tanto tiempo.

Sensei Kuroiwa ejecutaba las técnicas sin esfuerzo, pero con gran efectividad, las técnicas eran bastante realistas, los ukes atacaban con velocidad y eran proyectados con gran facilidad. El aprendizaje de la técnica era por repetición e imitación, Sensei paseaba por todo el dojo corrigiendonos y nos deleitabamos aprendiendo, nunca imaginamos que nos iba a corregir la técnica un discípulo de O Sensei.

Pero todavía faltaba el examen...

Puestos ya en contexto podrán imaginar la tensión y responsabilidad que teníamos encima, no era solamente el desempeñarnos bien durante el examen para ascender, era la responsabilidad de confirmar que nuestros senseis habían hecho un buen trabajo con nosotros, no los queríamos defraudar, el examen se realizó a puerta cerrada, sin cámaras y todos llegamos a cumplir con los requisitos para ascender.

Luego de esto tuvimos la oportunidad de departir con Sensei Kuroiwa mas de una velada, el mayor recuerdo es que estuvimos en la casa del sempai Ernesto Choy y parte del agasajo incluyó un conjunto de música criolla, y fue el momento en el que muchos de nosotros descubrimos las dotes de cantante que tiene nuestro sempai Jorge Angulo, quien nos deleitó con muy buenos valses.

En fin, recordar esos días en 1993 siempre me traen nostalgia, muy pocas veces tenemos la oportunidad de conocer un verdadero artista marcial, poder convivir y compartir con él, quiseramos que hubieran más como ellos y que se encuentren más cerca, quisieramos que nunca envejezcan o que nunca se vayan de nuestro mundo, pues sabemos que siempre estaremos muy lejos de llegar a ser lo que ellos fueron porque nunca llegó a haber el tiempo suficiente para que nos enseñen todo lo que saben.

Muchas gracias Sensei Kuroiwa por las enseñanzas que nos dejó a su paso.

Manuel Belaochaga
3er. Dan Aikido Keitenryu

Les dejo un par de links con videos de Sensei Kuroiwa:
http://www.youtube.com/watch?v=HKcmf-0H9YY
http://www.youtube.com/watch?v=hWMlGKOuXHY&feature=related

martes, 9 de marzo de 2010

Atemi

En este largo e interminable camino de las artes marciales siempre he sentido que hay mucho que aprender y la vida nos va a quedar corta para terminar. Sin embargo, hay detalles que creo que sí debemos dominar desde un nivel inicial.

El Aikido es un arte bastante completo, domina las técnicas desde cualquier distancia de combate, es efectivo, dinámico y no necesita de una gran fuerza una vez que se dominan los principios fundamentales, que son el desplazamiento y el manejo de la energía.

Hay un aspecto dentro de la práctica del Aikido que es utilizado por algunos estilos en mayor o menor grado que es el uso de los golpes o atemis en la ejecución de las técnicas.

En las siguientes líneas intento expresar mi primitivo entender del atemi y trataré de expresar lo que serían los principios de alguno de ellos aplicados al Aikido.

El atemi es una técnica en sí, es decir, debe de ser ejecutado con cierta destreza, tiene que entenarse para realizar un atemi correctamente. El intentar descargar un golpe que no se conoce sin estar entrenado puede terminar en lesiones severas, es por eso que es preferible lanzar un golpe con la mano abierta que con el puño cerrado si no se tiene práctica para golpear.

Si se pretende dar un golpe con el puño cerrado debemos tener en consideración lo siguiente:

a) El puño debe de estar completamente cerrado, para evitar que los dedos sufran daños al momento del impacto
b) La mano, la muñeca y el brazo deben de estar alineados, si no es así hay probabilidad de lesiones en la muñeca
c) Se debe de golpear con los dos primeros nudillos de la mano, el del índice y el dedo medio, el golpear con otra parte de la mano puede llevar a una fractura de dedos. Aquí una salvedad, en algunas artes marciales se entrena para golpear con esta parte de la mano (en kung fu existe el llamado "golpe de copa" que utiliza estos nudillos) la explicación es válida para un golpe convencional como el del boxeo o karate
d) Durante la práctica, sobre todo cuando se golpea con velocidad al vacío, no se debe estirar el brazo completamente de manera que el codo no sufra una suerte de "chasquido" cuando no alcanza un blanco, esto genera una lesión en el codo muy dolorosa
e) Si se va a entrenar golpeando un saco es recomendable que se utilicen guantes o vendas para no dañar los nudillos y ayudar a mantener la muñeca recta, mientras mayor destreza se tenga se puede ir dejando este tipo de protección de lado.
f) El golpe no solamente se lanza con la mano, sino con la cadera, para tener mayor potencia y alcance.

Si se pretende dar un golpe con el canto de la mano debemos de considerar:

a) que los dedos deben de estar extendidos y juntos (sino vamos a tener los dedos morados un buen tiempo), otra forma es cerrar ligeramente el dedo meñique y el anular
b) el golpe debe de ser con el canto de la mano y no con los dedos
c) se requiere de velocidad y entrenamiento para dominar este golpe

Si se pretende golpear con los codos se debe:

a) cerrar bien el brazo para dejar expuesto el codo
b) golpear no solamente con el brazo sino con la cadera también
c) medir bien la distancia para evitar desequilibrarse

Para golpear con los pies debemos considerar:

a) Tener una buena base, es decir, tener el pie de apoyo firme en el piso
b) Para principiantes, no intentar patear arriba de la cintura, pues se requiere más equilibrio, elasticidad y consume mucha energía
c) Se puede golpear con muchas partes de la pierna, el empeine, la canilla, la rodilla, depende de la distancia y la técnica
d) Como siempre el entrar con la cadera es fundamental para darle potencia al golpe.

Hasta ahi con mi narración sobre tipos de golpes, ahora el punto es, ¿cómo se aplica el atemi en la práctica del Aikido?

El atemi puede ser utilizado como una distracción antes de ejecutar una técnica, generando cierto desequilibrio.

Puede ser también utilizado durante la ejecución, siempre que no se corte la fluidez de la técnica, esto porque la mayoría de las técnicas de Aikido se centran en el movimiento circular y el manejo de la fuerza del uke, si se corta este movimiento para realizar un atemi se corre el riesgo de que se corte la técnica y esta sea inefectiva, entonces, el atemi dentro de la técnica debe de mantener el movimiento natural de la técnica y guardar armonía con esta.

El más utilizado es al final de la técnica, donde pueden haber infinidad de variantes, "a gusto del cliente"

Sea como sea que se practiquen los atemis deben de ser ejecutados de manera responsable, sin dañar al uke, recuerden, si no hay ukes con quien practicar nunca podremos mejorar la técnica.

Si han llegado hasta esta parte del documento, muchas gracias por la paciencia y la atención y quedo a la espera de sus comentarios, pues nunca dejamos de aprender y no somos dueños de la verdad absoluta.

Manuel Belaochaga
San Dan Aikido Keitenryu

domingo, 7 de febrero de 2010

El aporte formativo del Aikido

El Aikido no es un arte marcial competitivo, lo que se gana practicando Aikido va más allá de una medalla o un trofeo, o de vencer a una persona. Este arte marcial tiene como objetivo conseguir un desarrollo integral de los practicantes, de forma física y moral. De ahi que sea un arte marcial preferido por profesionales e intelectuales.

Hace poco leí algunos artículos en los cuales se recomendaba el Aikido como complemento para el coaching empresarial, esto es, para poder desarrollarse con éxito en el mundo empresarial. Esto es porque los principios de armonía, no resistencia y canalización de energía, llevados a un terreno más allá del físico permiten que se pueda manejar practicamente cualquier situación de la vida real.

Asimismo charlando con un amigo llegabamos a la conclusión que la búsqueda de la armonía universal era un camino de toda la vida, las técnicas son una manifestación de esta búsqueda y en realidad solamente una parte de nuestro camino, la armonía se consigue cuando nuestra vida tiene un propósito, cuando tenemos un proyecto y cuando hacemos las cosas con pasión porque son las correctas.

Siempre que empiezo a pensar en la trascendencia del Aikido en mi vida pienso en cómo nuestro Sensei, Michio Kanai, pudo simplificarlo en el dojo kun, el cual no solamente debemos de aprenderlo por "moda" o porque lo tomen en un examen, sino más ben como un código de conducta a seguir.

El primer principio dice: Empezar y terminar saludando con humildad y respeto. Toda actividad de nuestra vida debe de ser realizada con humildad y respeto, cuando entramos a un lugar, el simple hecho de decir "buenos días" a los presentes genera un cambio de actitud hacia uno, además la humildad en nuestra actitud hace que seamos mejor recibidos que si nos mostramos arrogantes. Sacando el ejemplo del dojo, ¿cómo reaccionan los empleados hacia un jefe que no saluda al entra y cree que sabe todas las respuestas? ¿lo respetan? ¿lo apoyan? ¿sería diferente la actitud si el trato fuera más horizontal y con respeto? Reforzemos nuestras buenas conductas y cultvemos la educación en cada actividad que realicemos

El segundo principio: El aprendizaje es sólido solo con el dominio de los principios fundamentales. Recuerdo que dejé de practicar Aikido por unos años, por motivos laborales y personales, cuando regresé mi entenamiento consistió en hacer las cuatro primeras técnicas durante varios meses, con la intención de recuperar la forma, luego de esa etapa las demás técnicas fluyeron solas. Al igual que un árbol, si no se tiene una base fuerte éste no puede crecer, si no se dominan los principios básicos de la técnica no se puede avanzar y dominar técnicas más elaboradas; si no se sabe sumar y restar no se puede multiplicar o no se llegará nunca a ingresar a una universidad; si no sabemos cómo ver y escuchar, nunca sabremos cómo enseñar.

El tercer principio: El perfeccionamiento de la técnica se debe únicamente a la práctica. Cuando le preguntaban a Sensei cuanto se debía practicar una técnica el decía "una vez no, cien no, mil no, diez mil..." y por ahi que empieza a salir bien, en realidad la técnica perfecta es más un sentir que algo físico, siempre vamos a mejora y siempre podemos hacer la técnica mejor, si no practicamos, no mejoramos. Esto, llevado a nuestra vida también es aplicable, si acumulamos títulos universitarios, cursos de capacitación, medallas y diplomas, pero no aplicamos nada, terminaremos olvidando lo aprendido, que es algo que sucede con muchos profesionales hoy en día.

El cuarto principio: El Dojo es el lugar donde se cultiva la pluma y la espada. No solamente lo físico es importante, sino también lo moral y espiritual, ying y yang, blanco y negro, suave y fuerte, BALANCE. Llevemos el dojo a nuestra vida diaria y practiquemos el balance. Busquemos el balance en todas nuestras actividades, balanceemos nuestra vida laboral con la familiar, busquemos a los amigos y cultivemos la comunicación.

El quinto principio: Honrar el legado de los antepasados, padres y maestros. Sin historia no somos nada, si no aprendemos nada de nuestros mayores estamos destinados a cometer los mismos errores o peores. Siempre debemos de aprovechar las enseñanzas de quienes han vivido más que nosotros, por más que en algún momento nos parezcan anticuadas o ilógicas, siempre tratemos las opiniones de nuestros mayores con respeto.

El sexto principio: Entregar el espíritu en toda actividad de superación. Se está poniendo de moda la palabra "pasión", básicamente porque involucra entregarse en cuerpo y alma, de manera incondicional. En toda actividad que realicemos no solamente debemos de poner nuestro cuerpo, sino también el espíritu, cuando lo realicemos es de seguro que vamos a obtener y a menudo exceder los resultados que esperamos.

El séptimo principio: Buscar siempre la perfección en todo lo que se realice. Con la interpretación de este principio quisiera tener un trato especial, hace un par de semanas hablaba con los chicos de la universidad sobre un principio de mejora continua que dice "no dejes que lo perfecto se ponga en el camino de lo mejor" y se refería a que s podemos realizar una mejora e ir teniendo ganacias tempranas que las implementemos, la perfección irá llegando en el camino, pero por lo menos lo que hacemos es mejor que lo que teníamos. Entonces este principio apunta a que nuestra mira siempre tiene que estar en la perfección, pero para llegar a ella tenemos que ir avanzando, paso a paso, pero lo más rápido que se pueda.

El octavo principio: Ayudar a los demás es ayudarse a si mismo. Compartir lleva a enriquecer el espíritu, enseñar nos ayuda a aprender más, siempre que uno ayuda a alguien recibe algo a cambio, que puede ser algo tan simple pero gratificante como un gracias o una sonrisa. Nunca despreciemos las oportunidades de ayudar al prójmo si está en nuestras posibilidades, lo que recibimos a cambio va más allá del dinero y la satisfacción personal.

El noveno principio: Superando las dificultades se alcanzará el éxito deseado. Sin lucha no hay gloria, si es muy fácil llegar a la meta la satisfacción no es la misma. Si queremos algo siempre vamos a tener que superar dificultades, es la ley de la vida, no debemos dejarnos vencer por ellas, debemos buscar apoyo, entregar el espíritu y encomendarnos con todas nuestras fuerzas para llegar. Cuando estamos en el dojo y tenemos que rendir alguna prueba física, muchas veces hablamos del segundo aire, el que sale cuando creemos que no podemos más, es ahi, cuando superamos esa barrera, que ganamos en técnica y en experiencia. En la vida, cuando creemos que no podemos avanzar, es cuando debemos de buscar nuestro segundo aire para llegar al siguiente nivel.

El útlimo principio: La grandeza de una nación la determina la calidad de su gente. Es quizás el más trascendente, Sensei siempre nos dice, "porqué el Perú no mejora? es más grande que Japón y con mayores recursos naturales, están sentados en una silla de oro", al final la respuesta está en nosotros, cada uno de nosotros debe de entregarse para hacer mejor a nuestro pais. Siendo buenos ciudadanos, dando lo mejor de nosotros, actuando correctamente, podemos mejorar el Perú. Muestra de esto es que el Perú está cambiando, si vemos cómo estaba el pais hace veinte años, en verda han habido progresos, cada vez hablamos más de nuestra cultura, nuestro pisco, nuestros valores, eso es lo único que va a hacer crecer al país.

En el dojo buscamos formar personas, no luchadores, nos preocupamos por una formación integral, nuestros practicantes llegan a integrar una gran familia, en la cual nos preocupamos por el resto, con valores sólidos y principios de vida que nos lleve por este camino de búsqueda de armonía que es el Aikido Keitenryu.

domingo, 17 de enero de 2010

El examen de Shodan - 1993

Les contaré lo que recuerdo de esa época. En el blog anterior les comentaba que había visto a Sensei Kanai por última vez en 1990 cuando tomó exámen a un grupo de tres shodanes del Centro Cultural Peruano Japonés. Nosotros seguimos entrenando bajo la atenta guía de los senseis Jorge Calderón y Henry Ishibashi, eran lo que nosotros ahora llamamos nuestras "épocas doradas".

Recuerdo que entrenabamos a diario y que poco a poco fuimos mejorando nuestra técnica. Los que estabamos en etapa escolar o universitaria teniamos la ventaja de poder ir a más de un horario. Sensei Jorge nos pedia que siempre que tuvieramos un tiempo libre lo aprovechasemos para practicar.

Ya a comienzos de 1993 teniamos en el dojo un buen grupo de cinturones marrones con 1 kyu, algunos de ellos con muchos años de práctica. Yo tenía 18 años en ese entonces y era de los más jóvenes, así que no puedo entrar en muchos detalles sobre la organización, pues era un "soldado" más que seguia a nuestros líderes.

El proyecto era hacer que Sensei Kanai venga, pero con el adicional de que invitemos a su Sensei, el Sensei Yoshio Kuroiwa, a que nos tomen el examen. Sensei Calderón siempre nos recuerda que para embarcarnos en este poyecto tuvimos que endeudarnos y que él personalmente firmó letras por el monto de los pasajes, con el fin de poder cumplir el proyecto y sin más garantia de que como grupo ibamos a hacer de todo para financiar el monto.

Y así fue, nuestra pequeña asociación organizó diversas actividades entre ellas un ciclo de películas de samurais, fiestas, rifas y demás, y la deuda fue saldada.

La llegada de Sensei Kanai y Sensei Kuroiwa era un evento importantísimo, ibamos a ver a nuestro fundador y a su maestro, que había practicado con el OSensei en Japón, es decir, era muy probable que fuera lo más cercano que ibamos a estar de nuestros orígenes.

Sensei Kuroiwa nos dio un seminario de dos días, con muchas explicaciones sobre el origen de nuestras técnicas. Vimos como una persona de 60 años podía realizar técnicas con suma precisión. Además Sensei Kanai, nos mostró una vitalidad y nivel técnico impresionante.

Recuerdo que el examen fue un día domingo, las condiciones eran que sea a puerta cerrada y que no podía ser filmado. Recuerdo que duró bastante, pero que estábamos en tan buena condición física que no lo sentimos. Recuerdo también que Sensei Kanai me lanzó después del examen y decía "bonito, bonito" y durante buen tiempo me preguntaba si era porque caía bonito o porque quería que caiga mejor.

Esa fue la culminación de una etapa de preparación y el comienzo de un camino de vida, haciamos ingresar a nuestras vidas a Sensei Kanai, que regresó a liderar el grupo y nos trajo nuevas enseñanzas. De ahi continuamos caminando juntos hasta el día de hoy.

El grupo ha crecido, las personas han cambiado, pero todavía existe un nucleo de amigos con los que somos "contemporáneos" de práctica y que nos sentamos a recordar viejas historias del "viejo dojo". Nuestra intención es hacer lo más que podamos para poder transmitirle a las generaciones futuras lo bueno que nosotros encontramos en el Aikido. Es nuestro humilde aporte a la humanidad.