domingo, 7 de febrero de 2010

El aporte formativo del Aikido

El Aikido no es un arte marcial competitivo, lo que se gana practicando Aikido va más allá de una medalla o un trofeo, o de vencer a una persona. Este arte marcial tiene como objetivo conseguir un desarrollo integral de los practicantes, de forma física y moral. De ahi que sea un arte marcial preferido por profesionales e intelectuales.

Hace poco leí algunos artículos en los cuales se recomendaba el Aikido como complemento para el coaching empresarial, esto es, para poder desarrollarse con éxito en el mundo empresarial. Esto es porque los principios de armonía, no resistencia y canalización de energía, llevados a un terreno más allá del físico permiten que se pueda manejar practicamente cualquier situación de la vida real.

Asimismo charlando con un amigo llegabamos a la conclusión que la búsqueda de la armonía universal era un camino de toda la vida, las técnicas son una manifestación de esta búsqueda y en realidad solamente una parte de nuestro camino, la armonía se consigue cuando nuestra vida tiene un propósito, cuando tenemos un proyecto y cuando hacemos las cosas con pasión porque son las correctas.

Siempre que empiezo a pensar en la trascendencia del Aikido en mi vida pienso en cómo nuestro Sensei, Michio Kanai, pudo simplificarlo en el dojo kun, el cual no solamente debemos de aprenderlo por "moda" o porque lo tomen en un examen, sino más ben como un código de conducta a seguir.

El primer principio dice: Empezar y terminar saludando con humildad y respeto. Toda actividad de nuestra vida debe de ser realizada con humildad y respeto, cuando entramos a un lugar, el simple hecho de decir "buenos días" a los presentes genera un cambio de actitud hacia uno, además la humildad en nuestra actitud hace que seamos mejor recibidos que si nos mostramos arrogantes. Sacando el ejemplo del dojo, ¿cómo reaccionan los empleados hacia un jefe que no saluda al entra y cree que sabe todas las respuestas? ¿lo respetan? ¿lo apoyan? ¿sería diferente la actitud si el trato fuera más horizontal y con respeto? Reforzemos nuestras buenas conductas y cultvemos la educación en cada actividad que realicemos

El segundo principio: El aprendizaje es sólido solo con el dominio de los principios fundamentales. Recuerdo que dejé de practicar Aikido por unos años, por motivos laborales y personales, cuando regresé mi entenamiento consistió en hacer las cuatro primeras técnicas durante varios meses, con la intención de recuperar la forma, luego de esa etapa las demás técnicas fluyeron solas. Al igual que un árbol, si no se tiene una base fuerte éste no puede crecer, si no se dominan los principios básicos de la técnica no se puede avanzar y dominar técnicas más elaboradas; si no se sabe sumar y restar no se puede multiplicar o no se llegará nunca a ingresar a una universidad; si no sabemos cómo ver y escuchar, nunca sabremos cómo enseñar.

El tercer principio: El perfeccionamiento de la técnica se debe únicamente a la práctica. Cuando le preguntaban a Sensei cuanto se debía practicar una técnica el decía "una vez no, cien no, mil no, diez mil..." y por ahi que empieza a salir bien, en realidad la técnica perfecta es más un sentir que algo físico, siempre vamos a mejora y siempre podemos hacer la técnica mejor, si no practicamos, no mejoramos. Esto, llevado a nuestra vida también es aplicable, si acumulamos títulos universitarios, cursos de capacitación, medallas y diplomas, pero no aplicamos nada, terminaremos olvidando lo aprendido, que es algo que sucede con muchos profesionales hoy en día.

El cuarto principio: El Dojo es el lugar donde se cultiva la pluma y la espada. No solamente lo físico es importante, sino también lo moral y espiritual, ying y yang, blanco y negro, suave y fuerte, BALANCE. Llevemos el dojo a nuestra vida diaria y practiquemos el balance. Busquemos el balance en todas nuestras actividades, balanceemos nuestra vida laboral con la familiar, busquemos a los amigos y cultivemos la comunicación.

El quinto principio: Honrar el legado de los antepasados, padres y maestros. Sin historia no somos nada, si no aprendemos nada de nuestros mayores estamos destinados a cometer los mismos errores o peores. Siempre debemos de aprovechar las enseñanzas de quienes han vivido más que nosotros, por más que en algún momento nos parezcan anticuadas o ilógicas, siempre tratemos las opiniones de nuestros mayores con respeto.

El sexto principio: Entregar el espíritu en toda actividad de superación. Se está poniendo de moda la palabra "pasión", básicamente porque involucra entregarse en cuerpo y alma, de manera incondicional. En toda actividad que realicemos no solamente debemos de poner nuestro cuerpo, sino también el espíritu, cuando lo realicemos es de seguro que vamos a obtener y a menudo exceder los resultados que esperamos.

El séptimo principio: Buscar siempre la perfección en todo lo que se realice. Con la interpretación de este principio quisiera tener un trato especial, hace un par de semanas hablaba con los chicos de la universidad sobre un principio de mejora continua que dice "no dejes que lo perfecto se ponga en el camino de lo mejor" y se refería a que s podemos realizar una mejora e ir teniendo ganacias tempranas que las implementemos, la perfección irá llegando en el camino, pero por lo menos lo que hacemos es mejor que lo que teníamos. Entonces este principio apunta a que nuestra mira siempre tiene que estar en la perfección, pero para llegar a ella tenemos que ir avanzando, paso a paso, pero lo más rápido que se pueda.

El octavo principio: Ayudar a los demás es ayudarse a si mismo. Compartir lleva a enriquecer el espíritu, enseñar nos ayuda a aprender más, siempre que uno ayuda a alguien recibe algo a cambio, que puede ser algo tan simple pero gratificante como un gracias o una sonrisa. Nunca despreciemos las oportunidades de ayudar al prójmo si está en nuestras posibilidades, lo que recibimos a cambio va más allá del dinero y la satisfacción personal.

El noveno principio: Superando las dificultades se alcanzará el éxito deseado. Sin lucha no hay gloria, si es muy fácil llegar a la meta la satisfacción no es la misma. Si queremos algo siempre vamos a tener que superar dificultades, es la ley de la vida, no debemos dejarnos vencer por ellas, debemos buscar apoyo, entregar el espíritu y encomendarnos con todas nuestras fuerzas para llegar. Cuando estamos en el dojo y tenemos que rendir alguna prueba física, muchas veces hablamos del segundo aire, el que sale cuando creemos que no podemos más, es ahi, cuando superamos esa barrera, que ganamos en técnica y en experiencia. En la vida, cuando creemos que no podemos avanzar, es cuando debemos de buscar nuestro segundo aire para llegar al siguiente nivel.

El útlimo principio: La grandeza de una nación la determina la calidad de su gente. Es quizás el más trascendente, Sensei siempre nos dice, "porqué el Perú no mejora? es más grande que Japón y con mayores recursos naturales, están sentados en una silla de oro", al final la respuesta está en nosotros, cada uno de nosotros debe de entregarse para hacer mejor a nuestro pais. Siendo buenos ciudadanos, dando lo mejor de nosotros, actuando correctamente, podemos mejorar el Perú. Muestra de esto es que el Perú está cambiando, si vemos cómo estaba el pais hace veinte años, en verda han habido progresos, cada vez hablamos más de nuestra cultura, nuestro pisco, nuestros valores, eso es lo único que va a hacer crecer al país.

En el dojo buscamos formar personas, no luchadores, nos preocupamos por una formación integral, nuestros practicantes llegan a integrar una gran familia, en la cual nos preocupamos por el resto, con valores sólidos y principios de vida que nos lleve por este camino de búsqueda de armonía que es el Aikido Keitenryu.