lunes, 8 de octubre de 2012

Nikkyo - La técnica favorita

Podría decir que nikkyo es mi técnica favorita, es la que más fácil sale, es la que menos fuerza necesita, me gusta decir que es la técnica que te hace "irresistible", porque bien ejecutada no puede ser detenida.

Pero aprender nikkyo puede ser una experiencia muy dolorosa y no muy gratificante si no tenemos cuidado al momento de ejecutar la técnica o practicarla. Es más, a través del tiempo he tenido más de una experiencia con respecto a esta técnica que me ha hecho repensar la forma de ejecutarla.

Recuerdo las primeras veces, cuando me enseñaron nikkyo, sientes que la muñeca se te va a salir, en verdad hasta ahora siento que se me va a salir con un nikkyo bien ejecutado, pero siempre cometemos el mismo error, que es el de querer aplicar demasiada fuerza al momento de ejecutar la técnica, y es ahi donde dañamos al compañero. Recuerdo que un cinturón azul de esa época, que se llamaba Jesús, me decía "duele, pero se puede tolerar" y me enseñó algo que hasta ahora intento transmitir, que para ejecutar bien nikkyo no se necesita fuerza, sino solamente un punto de apoyo, que se puede ejecutar solamente con apoyar el dedo meñique en la unión de la mano con el brazo y que depende de la posición del brazo.

La segunda revelación con respecto al nikkyo fue cuando vi a Sensei Kuroiwa, en 1993, en el seminario, ejecutando nikkyo a uno de los mayores de la clase, y ver una técnica ejecutada sin esfuerzo, muy efectiva, acá la analogía era la que teníamos cuando hacíamos el nikkyo con un jo, en el cual se apuntaba hacia el plexo solar como si se quisiera hacer un tsuki con el jo. Esa proyección hace que el ángulo en el que uno se mueve y la dirección de la energía se coloque en un punto diferente al que utilizaba antes, que era hacia abajo.

El tercer aprendizaje vino de Sensei Kanai, quien nos corrigió la posición del torso y de la cadera, así como el poder utiliar mejor tu cuerpo si levantas el talon de la pierna posterior. Eso hace un nikkyo imbatible.

Otra cosa que aprendí en todo este tiempo es que, si bien nikkyo puede ser hasta destructivo, pues si lo ejecutas muy fuerte te puedes quedar con la mano del uke, si lo ejecutas con la fuerza estrictamente necesaria, tienes una técnica de control que hace que el uke se ponga de rodillas para que no le duela, pero que no lo daña más allá de esa posición. Este es el control que debemos aplicar en la práctica y hasta en la defensa, el de simplemente controlar al uke y aplicar la presión necesaria para que no se pueda mover. Esto es muy importante, pues las lesiones por nikkyo pueden ser duraderas y sin uke no tenemos con quien practicar.

También aprendimos que nikkyo tiene contratécnicas, muchas de ellas adelantándose al movimiento, lo que hace que el uke se agache antes de tiempo o aproveche una presión mal ejecutada, para hacer un kataguruma desde la posición de rodillas, técnica muy complicada de contrarestar. Pero como siempre, las contratécnicas salen cuando el tori se equivoca o ejecuta mal la técnica.

Ya con el tiempo he empezado a utilizar ciertos atemis con la técnica, que no vienen al caso tocar en este artículo, pero que hacen la técnica mucho más interesante. Después de tantos años les puedo decir que siempre tengo algo más que sacarle a nikkyo.

Cuéntanos, como les va con su nikkyo!!

lunes, 1 de octubre de 2012

La primera clase de artes marciales

La primera clase de un individuo en un dojo puede marcar para siempre su permanencia en el dojo, para que sea duradera, es muy importante que el instructor esté muy atento a cómo tratar a su alumno en la primera clase.

Vamos a verlo primero desde el punto de vista del alumno, si es un completo neófito, es decir, que si lo más cerca que ha estado de un dojo es en el televisor o en el cine, esta persona entra con un montón de prejuicios y temores, muchos movidos por la ignorancia y otros por lo que cualquier otro que probablemente tenga la misma ignorancia le ha podido decir. Acá tenemos diversas historias, desde los temerosos que no saben a quien dirigirse, hasta los que entran bravucones porque les han dicho que para poder entrar al dojo el maestro debe hacerlos pasar la prueba de fuego, que es aguantar un round con el más feroz de los estudiantes.

Eso hace que el que recién entra al dojo no sepa dónde dirigirse, cómo comportarse y mucho menos que sepa qué se espera que haga.

Si por el contrario, ha sido más cauto y ha visto una clase antes de meterse, también puede tener un poco de miedo, pues va a ver a los alumnos avanzados haciendo cosas que él tampoco imagina que puede hacer, y puede pensar que a todos los nuevos se lo van a pedir.

Luego de la primera clase, aún cuando no hayan peleado con el más fuerte de la clase, muy probablemente van a sentirse como si les hubiera pasado un camión por encima, al siguiente día les va a doler todo y lo peor, al segundo día les va a doler más... muy probablemente no quieran regresar...

Si bien algo que va a determinar que ellos regresen es su corazón y voluntad, también ayuda mucho la experiencia que haya tenido con su instructor.

Entonces, para los instructores que están formando un horario o un dojo, es muy importante esa conexión que deben de tener con sus alumnos la primera clase, esta conexión debe hacerse teniendo en cuenta lo siguiente:

- averigüen si esta persona ya ha practicado artes marciales antes, si fuera así, pregunten cuál y por cuanto tiempo, así como qué grado ha tenido, eso es para que si por algún motivo les llega un alumno avanzado de otra arte marcial u otro estilo, tengan la cortesía de no tratarlo como un nuevo más y ver qué tan rápido puede insertarse en el grupo. Es importante tener respeto por los colegas que quieren expander sus horizontes.

- expliquenle primero las normas del dojo, que van desde las normas de etiqueta, así como lo que esperan ustedes de ellos como alumnos

- sean bastante explicativos en qué consiste una primera clase y sobre todo en cómo se van a sentir luego de esta. Explíquenle también que al comienzo nada les va a salir y que es una cuestión de tiempo.

Sé que a estas alturas muchos de mis compañeros me van a estar apedreando, pues no es la manera antigua de enseñar, es más, hace mucho tiempo yo no enseñaba así, pero el tiempo me ha mostrado que existe una brecha muy grande entre la forma de pensar de quien está fuera del dojo y quien ya está dentro de la sociedad marcial, y que muchas veces por ese "tradicionalismo" perdemos a personas que podrían haberse desempeñado muy bien de haber tenido una mejor primera experiencia.

Con esto no digo que engriamos al nuevo, que seamos displiscentes, ni mucho menos, sino simplemente que suavicemos ese choque cultural y le demos la oportunidad de conocernos un poco más, de paso que cumplimos con nuestra misión de mostrarle nuestro arte a más gente.

Es importante que les digamos que las cosas son diferentes porque son nuevos y que poco a poco tiene que hacerse a la cultura interna, y que ese poco a poco tiene que ser muy rápido, porque sino no va a poder avanzar o se va a desalentar.

Hagamos de la primera clase una buena experiencia y busquemos que todos compartan nuestro arte marcial con la misma pasión que nosotros.

Cuéntanos como fue tu primera clase... (por favor, abstenganse aquellos a quienes les grité en su primera clase, jajaja)

hasta la próxima oportunidad!!

martes, 25 de septiembre de 2012

La primera y la última técnica

Ikkyo es la primera técnica que nos enseñan al empezar a practicar, siempre digo que es la técnica más sencilla, pero a la vez la más difícil.
 
Para los que recien empiezan a practicar, es la técnica con menos pasos, simplemente consiste en llevar el brazo del atacante hacia el piso con un movimiento circular.
 
En ikkyo se empiezan a demostrar los principios del tai-sabaki, el manejo de la fuerza y lo que es una torsión simple e inmovilización.
 
Ikkyo se empieza a enseñar paso por paso, de manera que los pasos se vayan interiorizando en la mente del practicante que no está acostumbrado a los movimientos.
 
Mientras se va avanzando en la práctica, muchos practicantes tienden a olvidarse de practicar ikkyo para buscar practicar las técnicas más avanzadas, porque creen que así están desarrollando más su técnica. Desde esta humilde posición les puedo comentar que no hay nada más errado, si es que quieres desarrollar una mejor técnica debes de perfeccionar el ikkyo más allá de lo que tienes ahora.
 
Me explico un poco, si todavía estás haciendo ikkyo paso a paso, entonces estás lejos del nivel deseado, si cuando haces el ikkyo quedas desbalanceado o tienes que aplicar demasiada fuerza, o no terminas bien ubicado, tienes que practicar más.
 
Ikkyo debe de ser realizado de manera continua y casi sin esfuerzo, manejando la fuerza del uke de manera que lo puedas llevar al piso practicamente sin que se de cuenta y mantenerte en el centro del movimiento. La entrada debe ser lo suficientemente profunda y desequilibrante que tengas al uke casi de puntas, con el codo apuntando hacia arriba, de ahi a terminar la técnica hay solamente un pequeño paso.
 
Si a esto le añadimos la práctica de bajar con el uke para terminar la técnica y luego ponerse de pie, estando en guardia hacia el uke, tenemos una técnica bastante completa.
 
Sensei Calderón siempre dice que el Ikkyo es la técnica con la que siempre debemos empezar a practicar, y estoy completamente de acuerdo con él, es la técnica con la que configuramos todos nuestros movimientos para empezar a practicar otras técnicas.
 
Siempre busca practicar ikkyo en la clase, concéntrate para ejecutarla sin pensar, sin esforzarte, no como si fuera la primera clase, sino como si fuera la última. En el momento que sientas fluir la energía, que sientas que todo se mueve a tu alrededor y tú estás practicamente quieto al medio, entonces ya tienes la técnica... eso quiere decir que has llegado a un nivel, ahora simplemente tienes que seguir practicando para no perderlo....
 
Recuerda, ikkyo es la primera y más fácil y la última y más difícil de las técnicas...

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Porqué usar un Hakama

Retomo este blog, orientándolo más al arte marcial tradicional, sobre el contemporáneo sigo escribiendo en www.movingzenperu.com . El hakama es una prenda que se utiliza en las artes marciales japonesas, viene a ser una parte del kimono y antiguamente era un pantalón para montar a caballo. Es una prenda muy suelta, parecido a un pantalón con las piernas muy anchas. Entre las artes más conocidas en utilizarlo están el kendo y el aikido.


En kendo el hakama se utiliza prácticamente desde que se empieza a practicar, en Aikido usualmente se utiliza desde que uno llega a cinturón negro, aunque en algunos dojos se pide el uso del hakama desde que se empieza a practicar y en otros solamente a las mujeres.

Estaba leyendo que O-Sensei en su dojo pedía que todos utilicen el hakama, no importa cuál sea su rango, esto debido a que era una manifestación de respeto por las tradiciones y de mantener la herencia tradicional del Budo.

Asimismo, para los que han visto a detalle un hakama, se habrán dado cuenta que tiene siete pliegues, los cuales reflejan las siete virtudes del Bushido (ver “El Samurai Moderno” en este blog, http://mbelaochaga.blogspot.com/2011/05/el-samurai-moderno.html) ,Gi, Yuu, Jin, Rei, Makoto, Meiyo, Chuu, virtudes todavía vigentes y que nos llevan a ser verdaderos artistas marciales.

Es muy importante que todo el que viste un hakama tenga conciencia de esta implicancia, es como llevar encima la esencia de los samuráis, tengan en cuenta que en la época que estaban en actividad, los samuráis eran guerreros fieros y leales, pero más que eso, tenían un código y una virtud inquebrantable, más allá de su propia integridad física. Samurái puede ser traducido como “el que sirve” y es que su misión en la vida era servir a su señor. Por lo tanto, un Samurái no debe de ser soberbio, sino más bien humilde.

Algunas veces quien viste un hakama siente que es porque ha ganado un premio, que es un símbolo de status social dentro del dojo (ya he oído hablar de “la soberbia de los enhakamados”), en realidad el vestir un hakama quiere decir que uno se tiene que entregar a servir a su dojo para que crezca y prospere.

El hakama por lo tanto tiene que ser tratado con respeto, pues simboliza todas nuestras tradiciones y nuestro espíritu marcial, por eso es que se dobla con tanto cuidado (recuerdo que sempai Silupu siempre dice “como doblas tu hakama es como llevas tu vida”) y reverencia. Ya hasta hemos perdido la costumbre en la cual el alumno mayor le doblaba el hakama al Sensei o al Sempai que dirigía la clase, para nosotros era un honor, para los alumnos ahora parece un castigo.

Si estás en el tatami y ves un hakama, por favor intenta no pasar por encima, trátalo como algo más que una prenda, es la simbolización de las tradiciones, ayúdanos a conservarlas.

Si vistes un hakama, llévalo con humildad y respeto, los ojos van a estar puestos en ti para ver si en verdad representas lo que simboliza

Saludos Marciales!!