domingo, 3 de mayo de 2015

Dedicar la vida a las artes marciales

Creo que el sueño de cualquiera que tiene una pasión es poder dedicarse por completo a lo que a uno le gusta. Las artes marciales no son ajenas a este deseo.

Hay momentos en la vida donde uno puede entrenar mucho más fuerte y por mucho más tiempo que otras personas, es el momento donde uno en verdad se apasiona por el arte y deja casi todo de lado para llegar a los objetivos planteados, sea un cinturón, un trofeo o simplemente el seguir mejorando continuamente.

En estos momentos uno se ve en ciertas encrucijadas, pues usualmente estos suceden cuando uno se encuentra en una etapa post-escuela o en la época universitaria, y tenemos que tomar decisiones sobre dedicarnos a nuestras carreras (que también nos pueden apasionar) o seguir nuestros objetivos como artistas marciales.

De mi historia terminé siguiendo mis objetivos profesionales, sin arrepentirme hasta ahora, pero siempre dedicándole un tiempo importante de mi vida a entrenar y tratar de seguir explorando o mejorando. Claro que no es fácil, pues nunca he podido retomar el nivel de entrenamiento que tenía, o siento que no puedo aprender cosas nuevas tan rápido por falta de dedicación, ya que pasamos de practicar más de 20 horas a la semana a actualmente dedicarle a los diversos entrenamientos no más de 10, con suerte.

En cierta forma me da algo de envidia los que sí le pueden dedicar ese espacio de tiempo, pues es algo que en algún momento me hubiera gustado hacer, y que cuando tenga el tiempo probablemente ya voy a estar muy viejo para hacerlo. Pero veo que no es un camino para cualquiera, pues involucra muchos sacrificios, entre ellos:

  • En cierta forma es un emprendimiento, y en nuestro ambiente, en el cual existe mucha informalidad y el común de la gente no llega a apreciar el esfuerzo que llegar a un nivel de enseñanza significa, el conseguir un nivel de alumnos para sostenerse económicamente puede ser complicado.
  • El dedicarle la vida a las artes marciales debería de significar poder seguir entrenando toda la vida, buscando nuevos maestros o llegando a un nivel en el cual uno mismo pueda desarrollar su arte, para esto se requiere de medios económicos, sino, se debe de compartir el tiempo del entrenamiento con el de la enseñanza, entonces, se requiere de más tiempo.
  • Mientras más se va avanzando en destreza o pericia técnica, más difícil va a ser encontrar de quien aprender o con quien entrenar que mantenga el mismo nivel o superior y peor aún, que esté dispuesto a compartirlo para seguir mejorando
  • Se tiene que mantener un estilo de vida sano, sin excesos, para poder mantener una coherencia entre lo que se practica y como se vive
  • Se tiene que tener la suficiente inteligencia emocional como para conseguir alianzas con otros que comparten la misma pasión, pues el camino se recorre mejor acompañado.
  • Las lesiones son parte de la vida del artista marcial, el buscar caminos alternativos como el como tratarlas se convierte también en parte del aprendizaje.
Es decir, es muy difícil, he escuchado muchas veces comentarios de personas completamente externas que dicen que los que han tomado el camino de enseñar artes marciales han tomado el camino fácil, que son unos vagos que no quieren estudiar o cosas por el estilo.

Sin embargo, viendo todo lo que en verdad tienen que hacer, cómo se tienen que sacrificar, y viendo que ellos sí han logrado perseguir su pasión para tener un estilo de vida diferente, creo que los que opinan de esa forma están completamente equivocados, estos artistas marciales "de carrera" son dignos de admiración, y son los que en verdad hacen que el arte marcial se mantenga por generaciones en unas épocas en las que podrían hasta considerarse anacrónicas y obsoletas.

Estos artistas marciales son una inspiración para los que nos gusta verlas y practicarlas, ojalá que con el tiempo sigan habiendo más oportunidades para ellos y que sigan creciendo y desarrollándose.

Un saludo a todos los profesores de artes marciales!!

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